Piojos

El picor en el cuero cabelludo puede deberse a varias causas además de piojos o caspa, como la sequedad de la piel, reacciones alérgicas a productos capilares, dermatitis seborreica (distinta de la caspa común), psoriasis, cambios en el clima, estrés, o incluso condiciones más específicas como la dermatitis de contacto. Es importante identificar el factor desencadenante para tratar el picor de manera efectiva. Consultar a un dermatólogo puede ayudar a diagnosticar la causa y sugerir el tratamiento adecuado.

Los piojos no "salen de la nada"; son parásitos que se transmiten de persona a persona mediante contacto directo cabeza con cabeza o, menos comúnmente, a través del intercambio de objetos personales como peines, sombreros o toallas. Las infestaciones de piojos son comunes en ambientes comunitarios, como escuelas o guarderías, donde las personas están en proximidad cercana. Mantener una higiene adecuada puede ayudar a prevenirlos, pero no garantiza su ausencia debido a la facilidad con que se propagan.

Para saber si tienes piojos, busca signos como picazón intensa en el cuero cabelludo, sensación de movimiento en el pelo, la presencia de liendres (huevos de piojo) que parecen pequeños puntos blancos o amarillentos adheridos a las hebras de cabello cerca del cuero cabelludo, y la presencia de piojos adultos, que son pequeños insectos de color marrón grisáceo. Examina el cuero cabelludo bajo una luz buena, especialmente alrededor de las orejas y la nuca, donde los piojos suelen congregarse más.

Para quitar los piojos, puedes utilizar tratamientos pediculicidas específicos disponibles en farmacias, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. Además, peinar el cabello húmedo con un peine de púas finas después del tratamiento puede ayudar a remover los piojos muertos y las liendres. Repite el proceso según sea necesario para eliminar completamente los piojos y sus huevos. En casos persistentes o severos, consulta a un profesional de la salud para explorar otras opciones de tratamiento.

Los piojos son pequeños insectos parásitos sin alas que viven en el cuero cabelludo humano, se alimentan de sangre humana y tienen un color que puede variar de blanco a grisáceo o marrón. Los piojos adultos tienen aproximadamente el tamaño de una semilla de sésamo, mientras que las liendres (sus huevos) son más pequeñas y se adhieren firmemente a las hebras del cabello cerca del cuero cabelludo. Los piojos pueden causar picazón debido a la reacción alérgica a sus mordeduras.

Los piojos se pegan principalmente a través del contacto directo cabeza con cabeza con una persona infestada. La transmisión también puede ocurrir, aunque menos frecuentemente, al compartir objetos personales como peines, cepillos, sombreros y accesorios para el cabello. Los piojos no pueden saltar ni volar, pero se mueven rápidamente, lo que facilita su transmisión en entornos cercanos y compartidos como escuelas y hogares.