Leches de inicio

La cantidad de leche que un recién nacido consume puede variar, pero generalmente, los bebés toman aproximadamente de 1.5 a 3 onzas (45-90 mililitros) por alimentación durante las primeras semanas. Esta cantidad aumenta progresivamente a medida que el bebé crece. Por ejemplo, a las dos semanas de edad, un bebé puede consumir aproximadamente 2 a 3 onzas (60-90 mililitros) cada 3-4 horas. Es importante alimentar al bebé cuando muestre signos de hambre, como inquietud o chuparse la mano, en lugar de seguir un horario estricto.

La mejor leche de fórmula para un recién nacido depende de sus necesidades nutricionales y cualquier problema de salud que puedan tener. Generalmente, las fórmulas a base de leche de vaca son adecuadas para la mayoría de los bebés. Para aquellos con alergias, intolerancias o necesidades especiales, las fórmulas a base de soya o hipoalergénicas pueden ser recomendadas. Es esencial consultar con un pediatra para elegir la fórmula adecuada, especialmente si el bebé muestra signos de reacción como eczema, irritabilidad después de alimentarse, o problemas digestivos como gas o diarrea.

La leche de fórmula preparada debe usarse dentro de las primeras 2 horas después de la preparación si se deja a temperatura ambiente. Si la fórmula preparada se guarda en el refrigerador, debe usarse dentro de las 24 horas. Las fórmulas en polvo abiertas generalmente son seguras para usar hasta un mes después de abrir, pero siempre es importante verificar la fecha de expiración y las instrucciones específicas del fabricante en el paquete para asegurar la frescura y la seguridad.

Para preparar leche de fórmula, sigue estos pasos:

1. Lava tus manos: Antes de preparar la fórmula, asegúrate de lavar tus manos con agua y jabón.
2. Prepara el agua: Usa agua que haya sido hervida durante 5 minutos y dejada enfriar. Asegúrate de que el agua esté tibia, no caliente.
3. Mide la fórmula: Utiliza el scoop que viene con la fórmula y sigue las instrucciones del paquete para medir la cantidad correcta. Nivela cada scoop con un cuchillo limpio o una espátula.
4. Mezcla la fórmula: Agrega el polvo al agua y mezcla suavemente hasta que el polvo esté completamente disuelto.
5. Almacena correctamente: Si no vas a usar la fórmula inmediatamente, guarda la botella tapada en el refrigerador y úsala dentro de las 24 horas.

Siempre verifica la temperatura de la fórmula antes de alimentar a tu bebé para asegurarte de que no esté demasiado caliente.