Compresas, salvaslips y tampones

Usar tampones no altera la duración de tu período menstrual. La percepción de que la regla dura menos puede deberse a la eficacia de los tampones para absorber el flujo desde el interior, lo que puede hacer que algunas mujeres noten menos sangrado en comparación con el uso de compresas. La duración de tu período depende de factores hormonales y biológicos individuales, no del método de protección que elijas usar.

Para saber si tienes un tampón dentro, lo más directo es intentar palpar el cordón del tampón. Si no lo encuentras fuera, puedes usar un dedo limpio para explorar suavemente la entrada de tu vagina y sentir si hay un tampón presente. Es importante recordar cuándo fue la última vez que insertaste un tampón y asegurarte de cambiarlo regularmente para evitar el riesgo de síndrome de choque tóxico (SCT).

Las compresas, tampones y otros productos de higiene íntima deben tirarse en el contenedor de residuos generales o basura doméstica. No deben ser desechados en el inodoro, ya que pueden causar obstrucciones en las tuberías y problemas en el sistema de tratamiento de aguas residuales. Utiliza los contenedores de basura disponibles en baños públicos o en casa para este propósito.

La molestia con los tampones puede deberse a varios factores, como una inserción incorrecta, el uso de un tamaño de tampón no adecuado para tu flujo, sequedad vaginal o sensibilidad a los materiales del tampón. Asegúrate de seguir las instrucciones para una inserción correcta y considera probar diferentes marcas o tamaños para encontrar el más cómodo para ti. Si la molestia persiste, puede ser útil consultar a un profesional de la salud para descartar cualquier condición subyacente o considerar alternativas de protección menstrual.

El salvaslip debe cambiarse regularmente, al menos cada 4 a 8 horas, o más frecuentemente si es necesario por razones de higiene y comodidad. Cambiar el salvaslip regularmente ayuda a prevenir la humedad, el olor y el crecimiento bacteriano. La frecuencia específica puede depender de tu nivel de actividad, el flujo menstrual y preferencias personales.

Se recomienda cambiar el tampón cada 4 a 8 horas. No se debe dejar un tampón puesto por más de 8 horas, ya que esto aumenta el riesgo de síndrome de choque tóxico (SCT), una condición rara pero grave. La frecuencia con la que debes cambiar el tampón también puede depender de la intensidad de tu flujo menstrual; es posible que necesites cambiarlo más frecuentemente en días de flujo más abundante.